El vagón que transita mundo es un monólogo, con toques de comedia y de musical, que nos propone un viaje a través de lugares geográficos y recuerdos, para abrir una reflexión sobre cómo vivimos el amor y la vida.
"Podríamos hablar de algunas referencias poéticas. Para empezar, definir el espectáculo, este poema, como una obra cubista, en el sentido de que las cursivas, las frases insertas o letras de canciones que se van disponiendo hacen un efecto añadido, un simultaneísmo perfecto para transcribir los recuerdos de manera real, tal como llegan a la cabeza.
Podría recordarnos a Joyce, esta manera de agolparse los recuerdos, escritura agolpada o desdoblada, que no necesita explicarnos nada, en todo caso es el espectador el que debe “resolver” este maremágnum de descripciones y narraciones que aparecen como flashes o estampas."
El vagón parte lleno de intenciones, habla de nosotros, de plazas, de mirarse a los ojos, de habitar las calles y las casas, de que la vida debería ser la vida y no una supervivencia. Más tarde, desde la pausa de un banco de un parque, mirará el amor, y subido a un árbol de la infancia se preguntará: ¿qué soñamos cuando niños?, ¿a dónde vamos? ¿Estamos sobreviviendo al amor y a la vida?
Una obra representada por Olaia Pazos, Mario Rebollo y Laura Pedreira. Podremos disfrutar de ella desde el 3 de enero del 2016 hasta el 31 de enero de 2016 en la sala Nave 73 de Madrid.
