Las representaciones teatrales siempre contaron con un recinto. Con el transcurso de los siglos el teatro ha ido evolucionado hasta tal punto que hoy en día cualquier rincón puede convertirse en el lugar donde unos actores interpreten un texto teatral. El pasado 25 de marzo, durante la decima edición de La Noche de los Teatros, se programaron actos por la capital de España con el objetivo de sacar las artes escénicas a la calle. Una de sus iniciativas, la Noche de Max Estrella, invitaba a conocer con el protagonista de la obra de Valle Inclán las calles de Madrid dentro de un recorrido por los escenarios más significativos de Luces de Bohemia.
La ausencia de escenario promueve también la cercanía con el actor. Éste es uno de los alicientes del Microteatro. A esta iniciativa se suma Las noches de la suite que transcurren en la planta 15 del madrileño NH Collection Eurobuilding. Los 180 metros cuadrados de la suite presidencial se convierten en un teatro las noches de los viernes y los sábados. La idea, con un aforo limitado de 50 personas, es reproducir el mismo ambiente que se vive dentro del salón de una casa. Las entradas cuestan alrededor de 30 euros e incluyen un pequeño ágape antes y después de la función.
Felicidad a domicilio ha sido una de las obras representadas dentro de este espacio. Esta comedia gira en torno a un vendedor (Darío Frías) que trata de sacar adelante un negocio con el que pretende hacer felices a sus clientes (Raúl Mérida). Aparte, trabaja en una empresa de robótica donde diseña robots de compañía (Sara Sálamo). Durante la función los actores se mueven como Pedro por su casa. Al finalizar la misma, asistentes e intérpretes, comparten impresiones entre bebidas y canapés.
